Se trata de un taller de herrero, instalado en un edificio de piedra de 100 m 2 y que consta de los siguientes equipos: mazo propiamente dicho, que es movido por una turbina hidráulica, fragua que recibe el aire de dos fuelles de gran tamaño movidos por otra turbina y muela de afilar de piedra natural que también la mueve una turbina hidráulica. El taller a demás de lo dicho, dispone de todas las herramientas manuales propias del oficio, ha estado en funcionamiento hasta hace diez años y se encuentra en buen estado de conservación. Tiene una antigüedad aproximada de 200 años.