¡Hola! Tengo 30 años y mi fantasía es convertirme en un esclavo doméstico. No busco sexo. Me encanta sentirme usado y humillado por hombres heteros. Como esclavo doméstico, podrías llamarme cuando necesites que realice tareas del hogar. Puedo ir a tu casa a fregar los platos, barrer, tender la ropa... Si montas una fiesta en tu casa, puedo ir a la mañana siguiente a recogerlo todo. Tú mandas y yo obedezco. Doy total discreción, y no me importa si me ven tus compañeros de piso. Ni pago ni cobro.
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